CELDA 211 Se corona como una de las mejores películas del año

DE QUÉ VA:

    El día en que comienza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, Juan (Alberto Ammann) se ve atrapado en un motín carcelario. Haciéndose pasar por un preso más, luchará para salvar su vida e intentar dar fin a la revuelta, liderada por el temido Malamadre (Luis Tosar). El joven tendrá que jugársela a base de astucia, mentiras y riesgo, sin saber todavía qué paradójica encerrona le ha preparado el destino..

Ya son casi seis meses lo que esta película está aguantando en cartel. Reforzada por la avalancha de premios recibidos en la última gala de los Goya sigue atrayendo al público a los cines, en la que ha sido una de las pocas películas españolas que han conseguido aguantar tanto tiempo en nuestra cartelera y arrastrar hacia la sala a muchos detractores de la industria española.
   Celda 211, dirigida por Daniel Monzón, consiguió 8 premios Goya incluyendo el de mejor película, mejor actor y mejor director. Se trata de una adaptación escrita por Jorge Guerricaechevarría de la novela homónima del periodista Francisco Pérez Gandul.
   Luis Tosar y Alberto Amman son los protagonistas de un elenco compuesto por lo mejorcito de nuestro panorama nacional, Antonio Resines, Carlos Bárdem, y Marta Otura completan el reparto de este drama carcelario.
  Ya ha sido -a fecha de mediados de marzo- vista por 2.055.848 de espectadores, una cifra bastante importante teniendo en cuenta la crisis que vive nuestro cine.
   La historia de Malamadre y Calzones en una prisión durante una revuelta por parte de unos cansados presos por el trato que reciben por parte de los funcionarios, ha conseguido fascinar y a la vez remover la conciencia del público. Película dura, realista y bien realizada en la que el espectador se mimetiza con el personaje, al igual que el propio Calzones con la revuelta (que debía de sofocar por ser funcionario de prisiones), que acaba del lado de los “malos” no teniendo muy claro donde se sitúa cada cual.
   La división entre el mal y el bien se mezcla creando un barullo en los límites y en las acciones. Realismo puro y duro que nos lleva a vivir los duros momentos de negociaciones que tienen que soportar tanto presos, como organismos estatales y sobre todo, los propios familiares.
   Celda 211 consigue dar que pensar sobre temas, que aunque constantes, se silencian por parte de los medios y los propios políticos. La brutalidad policial y el abuso de poder se pone de relieve, mostrando a su vez el lado humano de los propios presos.
El uso de la tortura en la cárcel pasa a ser rutinario, un modo de marcar la superioridad de los funcionarios sobre una gente que ya no tiene derecho a nada.
   Qué grande Tosar, magistral componiendo un personaje memorable que con su grave  voz y su mirada de hielo  consigue meter al espectador en lo más hondo de este drama carcelario y hace que el público desde su butaca consiga ver el lado humano que todo recluso posee.
    La  película estuvo ayudada desde el principio por una crítica que pareció comprada hasta que ves la película y entiendes las alabanzas. Todo han sido elogios desde  el mes de noviembre pasado. Así  la denominaba
Pablo Kurt para Fimafinitty: “Celda 211 es un thriller que se abre las venas y se desangra delante de tus ojos. El golpe inicial se presume demoledor, pero la brutalidad se diluye en las aguas tibias de una narración tensa, inteligente y muy bien llevada”.
    El famoso crítico Carlos Boyero para El País no se  quedaba atrás en cuanto a elogios se refiere: “Una de las mejores películas que ha hecho el cine español en mucho tiempo (...) Una narración tensa y compleja en la que todo posee fuerza, suspense, desasosiego y veracidad. Pasa volando y perdura en el recuerdo (...) Impresionante recital de Luís Tosar”.