miércoles, 5 de mayo de 2010

Entrevista a Vito de Sinkope: "El rock asusta porque está lleno de verdades, y la verdad ofende"

Sínkope ofrece su música y sus entrañas como si de una china interminable se tratara. Sus letras, las de Vito Íniguez, vocalista de la banda, sobrecogen los corazones de todos los que queriéndolo o sin querer se han topado con alguna de sus canciones. Su directo no pasa nunca desapercibido, mil y una noches empapadas de luna, de rock y de poesía. Es difícil hacer sombra a un carisma tan de la calle, a un aspecto tan extraño como atrayente, a una voz que muere en vida.

Estos extremeños vuelven con un recopilatorio, “Canciones repescás, retocás y arrejuntás y otras”, que desempolva temas antiguos para recuperarlos en los directos con los que vuelven a llenar salas. En Madrid, allá donde dieron su modesto ‘pelotazo’ hace ya uno largos años, siguen esperándolos, siempre con una calurosa acogida, desde jovencitas incorruptas a viejos lobos de barra y Jack Daniel´s. En Vallecas las paredes de los bares guardan sus nombres y su aliento.


Gato Floro: Se marcha Mario (guitarrista fundador de la banda) y desembarca el Chino, ¿en qué cambia Sínkope?
Vito Íniguez: La forma de tocar de Mario y el Chino son muy parejas, digamos que la estructura no cambia mucho, en la forma de tocar el cambio es menor, quizá si se pueda notar un cambio a la hora de que Mario se movía menos, era más frío tocando, el Chino es distinto en eso. Las formas son parecidas pero el fondo es distinto, uno es más heavy que el otro. Pero la verdad es que el Chino es un guitarrista que sabía del palo que vamos, que lleva trabajando mucho tiempo con Sínkope, ha colaborado con nosotros, fue nuestro productor en los primeros trabajos.

G.F.: ¿Se ha notado la ausencia de Mario a la hora de enfrentaros al público en directo?
V.I.: No, no hemos notado nada, la gente viene a ver a la banda, a Sínkope.

G.F.: ¿Habíais llegado un punto en el que necesitabais un cambio o han sido las circunstancias?
V.I.: Realmente han sido las circunstancias, Mario tomó una decisión que tenía pensada y ‘requetepensada’ y aunque nos sorprendió cuando nos lo dijo la banda sigue adelante.

G.F.: Centrándonos en el disco, “Canciones repescás, retocás y arrejuntás y otras”, nace porque decís que teníais una deuda con algunas canciones, pero podría denotar una falta de creatividad…
V.I.: No, para nada, de hecho había seis canciones nuevas hechas, dos de las cuales las hemos incluido en el disco. Realmente era una deuda que teníamos con algunas canciones. Este disco estaba pensado desde hacía mucho tiempo, no sabíamos cuando lo íbamos a hacer pero lo teníamos que hacer. De momento creatividad no falta, seguimos haciendo canciones. El disco nos costó bastante, hemos estado seis meses con las canciones. Cuando ya tienes un camino marcado como en este caso cuesta, no es sencillo introducir cambios en canciones que ya están hechas, hay que encontrarle cabida a los cambios. Era lo que queríamos hacer y la verdad es que le hemos puesto mucho empeño, muchas ganas y mucho cariño. No ha sido fácil, sólo a la hora de elegir había muchos temas que se tenían que quedar fuera y a cada uno le jodía que se quedará algún tema fuera. Pero para nada nos falta creatividad.

G.F.: Vuestra intención era también recuperar estas canciones para el directo, ¿qué tal están funcionando?
V.I.: Antes de que nos diéramos a conocer en Madrid, sólo tocábamos en Extremadura y estas canciones las teníamos muy tocadas, y si que queríamos recuperarlas para el directo, adaptarlas y la verdad es que tanto el público como la crítica las están recibiendo bastante bien. Entre las canciones según como las hicimos en su momento y las de ahora hay una diferencia abismal, en muchos aspectos, tanto en producción, como en arreglos, como en coros, en música…

G.F.: Entonces Sínkope va a seguir componiendo…
V.I.: Por supuesto, seguimos haciendo temas, tenemos cuatro hechos y seguimos componiendo, si quisiéramos grabar ahora mismo podríamos grabar.

G.F.: ¿Cómo compone Sínkope?
V.I.: Escribo cuando me sale, tampoco me esfuerzo mucho la verdad, creo que las canciones están por ahí, sólo hay que verlas, cogerlas y llevarlas al papel. A la hora de componer la música cada uno tenemos nuestra parte, en Sínkope componemos todos, cada uno tenemos nuestra forma de ver la música, de tocarla y de llevarla al instrumento. Intentamos hacerlo bien, siempre teniendo en cuenta nuestros gustos, queremos que llegue a la gente pero ante todo nos tiene que llegar a nosotros.

G.F.: ¿Cuándo te das cuenta de que lo escribes puede ser una canción?
V.I.: Escribo desde muy joven, cuando escribes tienes que tener algo que contar. Voy contando lo que voy viviendo. Me doy cuenta de que lo que escribo pueden ser canciones cuando escucho a los cantautores.

G.F.: ¿Cuáles son tus referencias en ese aspecto?
V.I.: Desde Silvio Rodríguez a Aute, Sabina, me gustan muchos. También Paco Ibáñez. Me influyeron mucho los cantautores porque como era poesía con música, te das cuenta de lo que se puede hacer… luego siempre imprimiéndole tu toque personal.

G.F.: El Robe, Kutxi o Vito, ¿quién escribe mejor?
V.I.: Todos escriben muy bien. Y no sólo ellos, Aurora Beltrán, Evaristo… hay muchísima gente que escribe muy bien. El rock siempre se ha utilizado como una herramienta para quejarse y para muchas otras cosas, y por supuesto la poesía tiene cabida, ahí está gente como Leonard Cohen y muchos otros. Ya no es sólo poesía, hay canciones muy buenas.

G.F.: “La vida es poesía” has dicho alguna vez, pero a veces, cuando te encuentras tanta ‘mierda’, cuesta creerlo…
V.I.: La mierda también es poesía. La vida está llena de mierda, pero todos queremos estar vivos. Hay cosas muy bonitas en la vida, merece la pena. Hay mierda por un tubo, mierda en forma humana pero hay que convivir con todo, si esto fuera un mundo de rosas sería muy aburrido. Y si que es verdad que la mierda es poesía.

G.F.: ¿Cuánto tiene que ver el rock con el amor?
V.I.: O con el desamor (ríe). Mucho, hay mucha gente que se ha torturado por amor y lo ha llevado a una canción, y con esa canción mucha gente se ha identificado. Tanto con el amor como con el desamor el rock tiene que ver mucho. Y también con el amor a la creación de la propia canción. Se necesita amor para hacer una canción de amor, valga la redundancia.

G.F.: ¿Y con las drogas?
V.I.: Tiene que ver con muchas cosas, pero ya no sólo el rock. La vida en sí. Cuanta gente no es rockera y se droga. Es cierto que el rock tiene ese punto negro y con la droga tiene una relación muy estrecha. Desde Eric Clapton con la cocaína, Lou Reed con la heroína y tantos otros que han hablado de drogas. El rock en sí es una forma de vida y por supuesto tiene su lado oscuro. Pero el que es malo es malo, eso no tiene nada que ver con el rock.

G.F.: ¿Es el rock el género más maltratado en España?
V.I.: Yo creo que hay mucha ignorancia. Las radio fórmulas joden muchas cosas y al final funciona lo de ‘dónde va Vicente, donde va la gente’. El rock se sigue viendo como algo que no encaja, hay un concierto y se nos tilda de pelucones, se creen que hacemos batallas campales de la época medieval, sin embargo, en un campo de fútbol, según ellos todo es respetable pero en realidad hacen y dicen barbaridades. Pero esto es España, un partió de vecinos. La cultura musical es escasa. La educación tiene también mucho que ver, en la escuela no se potencia la música. Antes era my difícil acceder a la música, sólo en sitios como en Madrid y Barcelona se podía escuchar música y se quedaba allí, al resto de España llegaba muy poco. Hoy en día, en el siglo veintiuno y fíjate como estamos. Deberíamos tener muchas más cultura musical. A la hora de difundir el rock por la radio o por la tele, asusta un poco. Asusta porque está lleno de verdades. Esa es la verdad del rock´n roll. La verdad ofende y el rock conlleva mucha verdad.

G.F.: ¿Se puede vivir del rock?
V.I.: Si es el rock que hace Juanes o gente del estilo, sí. Si tienes suerte y pegas un pelotazo, pues sí, pero nosotros no somos un grupo de pegar un pelotazo. En realidad es muy difícil vivir del rock. Antes los grupos vendían discos, pero ahora, ¿quién vende un disco? Nadie. Hay otras ventanas como Internet, pero a veces te planteas si sale a cuenta hacer un disco o no. Pero la verdad es que es difícil vivir en general, trabajando nadie se hace rico. Pero por ahora podemos vivir de lo que hacemos.

G.F.: ¿Cuál es tu opinión de cómo está actuando la SGAE?
V.I.: Es complicado, nosotros estamos en la SGAE y como socios y viéndolo desde la parte de los músicos, después de romperte la cabeza haciendo canciones esperas que se te pague por ello. Todo tiene un coste, yo no puedo comprar un guitarra e intentar no pagarla porque soy músico. Yo hago música y quiero que alguien mire por mis intereses. Es digno que yo cobre si en un bar están utilizando mi trabajo por ejemplo. Necesitamos a alguien que mire por nosotros en ese aspecto. Luego respecto a los ‘cánones’ y todas estas historias no entro, porque no puedo decir que tengan toda la razón porque no la tienen.

G.F.: Damos un giro y repasamos las fechas que tenéis en la gira…
V.I.: Hay una buena gira. Con respecto al año pasado la cosa ha mejorado mucho. El año pasado fue nefasto por diversos motivos, no tuvimos más de cuatro bolos, si hubiese estado dormido mejor (ríe). Ahora estamos terminando la temporada de salas de invierno y estamos muy contentos. Nos podemos dar con un canto en los dientes viendo lo que ocurrió el año pasado.

G.F.: Después de haber hecho muchos festivales, este año os ausentáis de la mayoría…
V.I.: No, este año no vamos a ninguno. En algunos no nos han convencido los contratos y en otros es que ya hemos ido muchas veces.

G.F.: ¿Es un formato en el que os sentís a gusto?
V.I.: Nos sentimos a gusto en el escenario, de los festivales a veces sales asqueado: por el sonido, porque son muchos grupos, hay muy poco tiempo para tocar… pero a nosotros nos gusta tocar donde sea. ¿A quién no le gusta un perita en dulce, como tocar en el Extremúsica o el Viña Rock?.

G.F.: ¿Tiene Sínkope fecha de caducidad?
V.I.: Me imagino que como todo. Hay que tener en cuenta que llevamos 18 años tocando, pero de momento no tenemos fecha. De momento la banda está muy firme y seguro que después la música nos deparará muchas cosas, a cada uno por nuestro lado. Somos como juncos, nos doblamos pero no nos rompemos. Ojalá estemos durante muchos tiempo, como los Rolling (ríe). Lo cierto es que tengo muchos sueños, pero el más grande era tener una banda de rock y lo he conseguido.

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Sínkope ofrece su música y sus entrañas como si de una china interminable se tratara. Sus letras, las de Vito Íniguez, vocalista de la banda, sobrecogen los corazones de todos los que queriéndolo o sin querer se han topado con alguna de sus canciones. Su directo no pasa nunca desapercibido, mil y una noches empapadas de luna, de rock y de poesía. Es difícil hacer sombra a un carisma tan de la calle, a un aspecto tan extraño como atrayente, a una voz que muere en vida.

Estos extremeños vuelven con un recopilatorio, “Canciones repescás, retocás y arrejuntás y otras”, que desempolva temas antiguos para recuperarlos en los directos con los que vuelven a llenar salas. En Madrid, allá donde dieron su modesto ‘pelotazo’ hace ya uno largos años, siguen esperándolos, siempre con una calurosa acogida, desde jovencitas incorruptas a viejos lobos de barra y Jack Daniel´s. En Vallecas las paredes de los bares guardan sus nombres y su aliento.


Gato Floro: Se marcha Mario (guitarrista fundador de la banda) y desembarca el Chino, ¿en qué cambia Sínkope?
Vito Íniguez: La forma de tocar de Mario y el Chino son muy parejas, digamos que la estructura no cambia mucho, en la forma de tocar el cambio es menor, quizá si se pueda notar un cambio a la hora de que Mario se movía menos, era más frío tocando, el Chino es distinto en eso. Las formas son parecidas pero el fondo es distinto, uno es más heavy que el otro. Pero la verdad es que el Chino es un guitarrista que sabía del palo que vamos, que lleva trabajando mucho tiempo con Sínkope, ha colaborado con nosotros, fue nuestro productor en los primeros trabajos.

G.F.: ¿Se ha notado la ausencia de Mario a la hora de enfrentaros al público en directo?
V.I.: No, no hemos notado nada, la gente viene a ver a la banda, a Sínkope.

G.F.: ¿Habíais llegado un punto en el que necesitabais un cambio o han sido las circunstancias?
V.I.: Realmente han sido las circunstancias, Mario tomó una decisión que tenía pensada y ‘requetepensada’ y aunque nos sorprendió cuando nos lo dijo la banda sigue adelante.

G.F.: Centrándonos en el disco, “Canciones repescás, retocás y arrejuntás y otras”, nace porque decís que teníais una deuda con algunas canciones, pero podría denotar una falta de creatividad…
V.I.: No, para nada, de hecho había seis canciones nuevas hechas, dos de las cuales las hemos incluido en el disco. Realmente era una deuda que teníamos con algunas canciones. Este disco estaba pensado desde hacía mucho tiempo, no sabíamos cuando lo íbamos a hacer pero lo teníamos que hacer. De momento creatividad no falta, seguimos haciendo canciones. El disco nos costó bastante, hemos estado seis meses con las canciones. Cuando ya tienes un camino marcado como en este caso cuesta, no es sencillo introducir cambios en canciones que ya están hechas, hay que encontrarle cabida a los cambios. Era lo que queríamos hacer y la verdad es que le hemos puesto mucho empeño, muchas ganas y mucho cariño. No ha sido fácil, sólo a la hora de elegir había muchos temas que se tenían que quedar fuera y a cada uno le jodía que se quedará algún tema fuera. Pero para nada nos falta creatividad.

G.F.: Vuestra intención era también recuperar estas canciones para el directo, ¿qué tal están funcionando?
V.I.: Antes de que nos diéramos a conocer en Madrid, sólo tocábamos en Extremadura y estas canciones las teníamos muy tocadas, y si que queríamos recuperarlas para el directo, adaptarlas y la verdad es que tanto el público como la crítica las están recibiendo bastante bien. Entre las canciones según como las hicimos en su momento y las de ahora hay una diferencia abismal, en muchos aspectos, tanto en producción, como en arreglos, como en coros, en música…

G.F.: Entonces Sínkope va a seguir componiendo…
V.I.: Por supuesto, seguimos haciendo temas, tenemos cuatro hechos y seguimos componiendo, si quisiéramos grabar ahora mismo podríamos grabar.

G.F.: ¿Cómo compone Sínkope?
V.I.: Escribo cuando me sale, tampoco me esfuerzo mucho la verdad, creo que las canciones están por ahí, sólo hay que verlas, cogerlas y llevarlas al papel. A la hora de componer la música cada uno tenemos nuestra parte, en Sínkope componemos todos, cada uno tenemos nuestra forma de ver la música, de tocarla y de llevarla al instrumento. Intentamos hacerlo bien, siempre teniendo en cuenta nuestros gustos, queremos que llegue a la gente pero ante todo nos tiene que llegar a nosotros.

G.F.: ¿Cuándo te das cuenta de que lo escribes puede ser una canción?
V.I.: Escribo desde muy joven, cuando escribes tienes que tener algo que contar. Voy contando lo que voy viviendo. Me doy cuenta de que lo que escribo pueden ser canciones cuando escucho a los cantautores.

G.F.: ¿Cuáles son tus referencias en ese aspecto?
V.I.: Desde Silvio Rodríguez a Aute, Sabina, me gustan muchos. También Paco Ibáñez. Me influyeron mucho los cantautores porque como era poesía con música, te das cuenta de lo que se puede hacer… luego siempre imprimiéndole tu toque personal.

G.F.: El Robe, Kutxi o Vito, ¿quién escribe mejor?
V.I.: Todos escriben muy bien. Y no sólo ellos, Aurora Beltrán, Evaristo… hay muchísima gente que escribe muy bien. El rock siempre se ha utilizado como una herramienta para quejarse y para muchas otras cosas, y por supuesto la poesía tiene cabida, ahí está gente como Leonard Cohen y muchos otros. Ya no es sólo poesía, hay canciones muy buenas.

G.F.: “La vida es poesía” has dicho alguna vez, pero a veces, cuando te encuentras tanta ‘mierda’, cuesta creerlo…
V.I.: La mierda también es poesía. La vida está llena de mierda, pero todos queremos estar vivos. Hay cosas muy bonitas en la vida, merece la pena. Hay mierda por un tubo, mierda en forma humana pero hay que convivir con todo, si esto fuera un mundo de rosas sería muy aburrido. Y si que es verdad que la mierda es poesía.

G.F.: ¿Cuánto tiene que ver el rock con el amor?
V.I.: O con el desamor (ríe). Mucho, hay mucha gente que se ha torturado por amor y lo ha llevado a una canción, y con esa canción mucha gente se ha identificado. Tanto con el amor como con el desamor el rock tiene que ver mucho. Y también con el amor a la creación de la propia canción. Se necesita amor para hacer una canción de amor, valga la redundancia.

G.F.: ¿Y con las drogas?
V.I.: Tiene que ver con muchas cosas, pero ya no sólo el rock. La vida en sí. Cuanta gente no es rockera y se droga. Es cierto que el rock tiene ese punto negro y con la droga tiene una relación muy estrecha. Desde Eric Clapton con la cocaína, Lou Reed con la heroína y tantos otros que han hablado de drogas. El rock en sí es una forma de vida y por supuesto tiene su lado oscuro. Pero el que es malo es malo, eso no tiene nada que ver con el rock.

G.F.: ¿Es el rock el género más maltratado en España?
V.I.: Yo creo que hay mucha ignorancia. Las radio fórmulas joden muchas cosas y al final funciona lo de ‘dónde va Vicente, donde va la gente’. El rock se sigue viendo como algo que no encaja, hay un concierto y se nos tilda de pelucones, se creen que hacemos batallas campales de la época medieval, sin embargo, en un campo de fútbol, según ellos todo es respetable pero en realidad hacen y dicen barbaridades. Pero esto es España, un partió de vecinos. La cultura musical es escasa. La educación tiene también mucho que ver, en la escuela no se potencia la música. Antes era my difícil acceder a la música, sólo en sitios como en Madrid y Barcelona se podía escuchar música y se quedaba allí, al resto de España llegaba muy poco. Hoy en día, en el siglo veintiuno y fíjate como estamos. Deberíamos tener muchas más cultura musical. A la hora de difundir el rock por la radio o por la tele, asusta un poco. Asusta porque está lleno de verdades. Esa es la verdad del rock´n roll. La verdad ofende y el rock conlleva mucha verdad.

G.F.: ¿Se puede vivir del rock?
V.I.: Si es el rock que hace Juanes o gente del estilo, sí. Si tienes suerte y pegas un pelotazo, pues sí, pero nosotros no somos un grupo de pegar un pelotazo. En realidad es muy difícil vivir del rock. Antes los grupos vendían discos, pero ahora, ¿quién vende un disco? Nadie. Hay otras ventanas como Internet, pero a veces te planteas si sale a cuenta hacer un disco o no. Pero la verdad es que es difícil vivir en general, trabajando nadie se hace rico. Pero por ahora podemos vivir de lo que hacemos.

G.F.: ¿Cuál es tu opinión de cómo está actuando la SGAE?
V.I.: Es complicado, nosotros estamos en la SGAE y como socios y viéndolo desde la parte de los músicos, después de romperte la cabeza haciendo canciones esperas que se te pague por ello. Todo tiene un coste, yo no puedo comprar un guitarra e intentar no pagarla porque soy músico. Yo hago música y quiero que alguien mire por mis intereses. Es digno que yo cobre si en un bar están utilizando mi trabajo por ejemplo. Necesitamos a alguien que mire por nosotros en ese aspecto. Luego respecto a los ‘cánones’ y todas estas historias no entro, porque no puedo decir que tengan toda la razón porque no la tienen.

G.F.: Damos un giro y repasamos las fechas que tenéis en la gira…
V.I.: Hay una buena gira. Con respecto al año pasado la cosa ha mejorado mucho. El año pasado fue nefasto por diversos motivos, no tuvimos más de cuatro bolos, si hubiese estado dormido mejor (ríe). Ahora estamos terminando la temporada de salas de invierno y estamos muy contentos. Nos podemos dar con un canto en los dientes viendo lo que ocurrió el año pasado.

G.F.: Después de haber hecho muchos festivales, este año os ausentáis de la mayoría…
V.I.: No, este año no vamos a ninguno. En algunos no nos han convencido los contratos y en otros es que ya hemos ido muchas veces.

G.F.: ¿Es un formato en el que os sentís a gusto?
V.I.: Nos sentimos a gusto en el escenario, de los festivales a veces sales asqueado: por el sonido, porque son muchos grupos, hay muy poco tiempo para tocar… pero a nosotros nos gusta tocar donde sea. ¿A quién no le gusta un perita en dulce, como tocar en el Extremúsica o el Viña Rock?.

G.F.: ¿Tiene Sínkope fecha de caducidad?
V.I.: Me imagino que como todo. Hay que tener en cuenta que llevamos 18 años tocando, pero de momento no tenemos fecha. De momento la banda está muy firme y seguro que después la música nos deparará muchas cosas, a cada uno por nuestro lado. Somos como juncos, nos doblamos pero no nos rompemos. Ojalá estemos durante muchos tiempo, como los Rolling (ríe). Lo cierto es que tengo muchos sueños, pero el más grande era tener una banda de rock y lo he conseguido.
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